Sobre la compulsión al celular y cómo controlarla

Más de 2,5 billones de personas en el mundo tienen acceso a un teléfono inteligente, y si usted está leyendo esto, es muy probable que sea uno de ellos. Y quizá, sea usted parte del alto porcentaje de usuarios a quienes se les dificulta desprenderse o incluso alejar la mirada de esa pantalla. Ya sean conversaciones con amigos o parejas, correos de trabajo, notificaciones de redes sociales, videos virales, noticias o juegos, nuestros celulares nos ofrecen siempre un lugar al cual dirigir nuestra atención. Esto ha llevado a mucha gente, incluyendo científicos, a preguntarse si acaso existe una condición global de compulsión al celular.

No es raro en nuestro día a día escuchar a gente señalar a otros como obsesionados a las redes sociales o a los aparatos electrónicos como celulares, tablets o computadoras. No obstante, es importante comprender científicamente qué hay de cierto en esta hipótesis y que podemos hacer al respecto. Es ahí donde la psicología se torna fundamental.

El apego al celular viene por diseño

Tristan Harris es un ex funcionario de Google, quien asegura que cada individuo que porta un teléfono móvil cuenta con un mundo de entretenimiento que está siendo constantemente diseñado específicamente para él o ella. Harris asegura que el modelo empresarial de Google no busca ayudar al consumidor o simplificar su vida, sino mantenerlo observando la pantalla la mayor cantidad de tiempo posible. Las aplicaciones más comunes en un celular operan de la misma forma, y están diseñados en base a los más avanzados estudios psicológicos para garantizar que un celular constituya una distracción gratificante y compulsiva. El tiempo que un usuario consume observando la pantalla supone para compañías como Google una posibilidad de absorber y entregar información, por lo cual todo el contenido presente en redes sociales se encuentra estratégicamente seleccionado para cada usuario. Esto sin embargo, supone en muchos casos un comportamiento compulsivo que aleja a una persona del mundo real, quitándole tiempo, alterando su capacidad de atención hacia otras tareas y generando altos índices de estrés ante el alejamiento del dispositivo.

Es por estas razones que a continuación se presentan tres opciones para disminuir los impactos negativos que una incapacidad para alejarse del celular y las redes sociales pueden generar en nuestra vida. En primer lugar: apagar las notificaciones no humanas. Esto supone todo contacto o notificación de correos, mensajes  o información que no implique a otro ser humano directamente tratando de comunicarse con usted. Muchas aplicaciones, redes sociales y sitios web emplean principios psicológicos en un intento por simular la sensación de contacto que surge en una persona al recibir una llamada o un mensaje de otro ser humano. Por ejemplo, si Facebook envía una notificación informando que un amigo asistirá a un evento, lo que pretende con esta notificación es apelar a una inherente necesidad de interacción social, motivando al usuario a abrir la aplicación y pasar tiempo en ella.

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cómo controlar la compulsión al celular

Notificaciones sin control

Hoy en día, prácticamente cualquier aplicación en un celular puede enviar notificaciones que generan una serie de respuestas emocionales que motivan al usuario a seguir abriendo la aplicación de forma compulsiva, similar a lo que ocurre con una máquina traga monedas. En este caso, el botón de –refresh- o –actualizar-, actúa como la palanca de dichas máquinas, generando una serie de noticias, fotos, estados, comentarios, eventos e interacciones al azar, lo cual las hace impredecibles y por ende compulsivas. La posibilidad de refrescar la página y recibir nuevo contenido le da al consumidor una falsa sensación de control. Muchas aplicaciones incluso cuentan con notificaciones que informan al usuario que no ha ingresado a dicha aplicación en algún tiempo. Los celulares permiten apagar este tipo de notificaciones, así como notificaciones de correos electrónicos enviados en cadena o por computadoras.

Segundo, poner la pantalla en escala de grises. Psicológicamente hablando, la manera más fácil de atraer la atención de una persona hacia una pantalla es a través del color. Los ojos humanos son sensibles a ciertas gamas de colores, siendo el rojo brillante aquel que capta su atención de forma más inmediata. Es por esto que las aplicaciones emplean burbujas de color rojo con el número de notificaciones pendientes por revisar, y por la cual varias aplicaciones como Instagram han cambiado los colores de sus logos hacia estas gamas de matices en los últimos años. Este manejo del color no solo atrae la atención del usuario hacia el celular ante cualquier notificación, sino que lo incita a abrirlas lo más pronto posible. Sin embargo, es posible aminorar este efecto al seleccionar un filtro de escala de grises en la configuración de la pantalla. La ausencia de color suprime el efecto del mismo y la conducta que se genera a partir de estos.

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Ojo con el diseño de las Apps

Por último, es fundamental entender qué aplicaciones son necesarias y funcionales, como es el caso del reloj, calendario, mapas; así como cuáles suponen una herramienta para introducir contenido publicitario  en el espectro visual del consumidor. La mejor manera de entender esto es comprender lo que es un vórtice sin fondo y qué aplicaciones lo usan. Un vórtice sin fondo supone un flujo de contenido infinito y variado pero predominantemente inútil y en constante actualización. Aplicaciones como Instagram, Facebook o Youtube permiten al usuario observar contenido por tiempo indefinido pues emplean una sola página sin fondo: infinita y sin ningún tipo de referencia para saber cuánto contenido ha sido absorbido o cuánto tiempo se ha observado la pantalla. Los estudios psicológicos más recientes aseguran que pasar tiempo en estas aplicaciones genera un mayor riesgo de compulsión al celular, pues es más difícil detener una actividad, sin la presencia de un estímulo externo que sugiera un fin, como por ejemplo el final de un libro o un video juego.

Estas tres recomendaciones suponen una ayuda para quienes identifiquen dificultades para alejarse del celular por segmentos prolongados, o incluso cortos, de tiempo. Es común justificar el uso compulsivo del celular debido a su funcionalidad y su utilidad. Los celulares son una herramienta que puede resultar muy útil y beneficiosa, y nadie pretender desecharlos por sus riesgos o posibles consecuencias adversas. Es muy probable incluso que varios de quienes lean este artículo lo estén haciendo desde su celular.

Desempolva el boton de apagado

Es importante entender estos riesgos y saber que pueden ser disminuidos. Es posible mantener el control sobre nuestro tiempo y nuestros dispositivos, y limitar la influencia que ciertas compañías ejercen sobre nosotros. Recuerda que la compulsión al celular es un problema real y es controlable si decides actuar. Por último, y considerando toda esta información, es fundamental comprender que el uso del celular se reduce a nuestra propia voluntad. Tenemos siempre la posibilidad de apagarlo.

Si sientes reconoces que tú o un familiar puede sufrir de esta dependencia al celular, las redes sociales o la tecnología. Comparte con ellos este artículo y si se requiere de ayuda adicional, recuerda que en IMAGO te ayudamos a superar todo tipo de conductas compulsivas.

 

Fabrizio Ramirez L.

fabrizioramirez@imagopsicologia.com